Si algo que cobra importancia en nuestra vida cuando nos convertimos en madres y padres, además del interés por la moda infantil en muchos casos, es la necesidad de buscar la mejor forma de criar a nuestros hijos/as. Un mundo en el que, en la actualidad, la pedagogía Montessori ha cobrado especial importancia.
Escuchamos mucho hablar de este término, pero no siempre queda claro. Sin intentar reducir los estudios pedagógicos de María Montessori, pues se trata de un campo muy amplio y lleno de matices, vamos a resumiros de forma sencilla cómo conseguir una habitación Montessori.
Se trata ni más ni menos de un espacio preparado para favorecer la autonomía del niño o niña. Y aunque suene sencillo, no siempre lo llevamos a cabo. Entonces ¿cómo podemos hacerlo? De forma sencilla, económica y apta para la mayoría de hogares.
¡Vamos allá!
- La cama a su altura en un básico de cualquier habitación Montessori. Nos olvidamos de las camas altas y camas nido. Mejor a una altura que permita al niño o niña autonomía para subir y bajar. Lo cual también ayudará mucho cuando pasemos por la ‘operación pañal’ y quieran ir al baño solitos. Nosotras nos quedamos con la cama apilable de Muebles Lufe.
- Para ordenar, mucho almacenaje bajo. Si queremos enseñarles a ordenar con autonomía y que su habitación Montessori esté recogida, lo ideal es que puedan hacerlo por ellos mismos. A nosotras nos encanta el mueble de almacenaje Trofast. Práctico y bonito, y con muchísima capacidad.
- Una librería también a su altura. La lectura es muy importante para el desarrollo de los peques, así que no hay mejor idea que tener todos sus libros expuestos a su vista y altura en una habitación Montessori. Así podrán elegir los que quieran, con la facilidad. Esto también nos ayudará a promover la lectura en casa. Nosotras nos quedamos con la estantería de libros también de Muebles Lufe, porque nos parece preciosa y práctica.
- Los tonos claros. Queremos que su habitación sea un espacio de juego, relajación y descanso. Para ellos es mucho mejor que recurras a tonos neutros. La pedagogía Montesssori huye de los colores muy fuertes y en muchos espacios. Opta por una gama de color cremas, blancos, pasteles…en paredes y suelos.
- Zona de movimiento libre, un esencial a la hora de hacer una habitación Montessori. Permitirá al bebé y niño o niña moverse con libertad y experimentar con su propio cuerpo. Para este rincón un espejo, una colchoneta, y elementos de juego como una tabla curva o bloques blanditos. Incluso un columpio colgado del techo. Juega con las posibilidades de tu casa y las necesidades de tu hijo/a.
Y a ti ¿qué te parecen estos tips para hacer una habitación Montessori? ¿Las llevarás a la práctica?