Soy un caos. Siempre he sido un caos. Si le preguntáis a mi madre, o ahora a mi marido, os dirán que soy el desorden en persona, pero al mismo tiempo, soy la persona más organizada que podríais conocer (hasta cuadriculada). Necesito tenerlo todo en orden en mi cabeza, planificado y organizado, el día a día, el trabajo, las citas, las entrevistas y, por supuesto, las rutinas de los niños.
Desde que soy madre, esa necesidad de organización se ha multiplicado por diez. Planificar el día a día, tener listas la ropa y las mochilas, no olvidar la revisión del médico, la cita con el dentista o la clase de música, tener pensadas comidas y cenas hacen fundamental disponer de agenda, planificador, cuadernos para notas y un buen cargamento de bolis.
Y es aquí donde entran mis productos estrella, que cada año se reinventan (mejorados) en función de mis necesidades:
- Agenda: este es mi ‘must have’ por excelencia. Por más que mi marido se empeña en que use el móvil, yo, sin mi agenda de papel, no soy nada. Viene hasta de vacaciones, trabaja 24 horas al día los siete días de la semana (no descansa) y me ayuda, inexplicablemente, a que todo en mi mundo lleve un orden.
- Cuadernillo para planes especiales: estoy usando uno pequeño de ‘Mi Canesú’, que es perfecto de tamaño, ligero y que estoy usando para planificar las vacaciones (los destinos que me apetecen, los que ya tengo reservados…incluso alguna escapada de fin de semana que podamos hacer en verano).
- Planificador Plus+1: esta es la joya de la corona de que he fichado este curso y que me ha hecho la vida más fácil si cabe. No solo me sirve para poder apuntar las citas más recientes, permitiéndome organizar mejor la semana, sino que se ha convertido en la mejor forma para preparar los menús de la semana, las comidas y cenas, para no tener que improvisar y poder tener todo lo necesario.
¿Y vosotrxs cómo hacéis para no olvidar nada?
Os leo.