Con el ruido de las olas, el aroma del salitre y el tacto de la arena como telón de fondo, Ventolina da forma a una colección exclusiva en la que, cada pieza, cocinada a fuego lento, se convierte en una joya única. El blanco más radiante, rayas infinitas, dibujos limpios y sencillos, que conforman un todo en el que los colores se funden dando lugar a una simbiosis perfecta.
Y es que Ventolina llega a la moda infantil como una brisa suave, al igual que sus materiales nobles, como el algodón 100%, dando forma a prendas que cuidan tanto a los recién nacidos como a las niñas y sus mamás. Unas creaciones que beben de nuestras playas, de la naturaleza y la cultura, dando forma a una colección cápsula en la que la edición limitada de cada una de sus piezas las hace aún más especiales.
Recuerdos que se prolonguen en el tiempo, al igual que la vida de esta ropa producida al ritmo de la ‘slowfashion‘, fabricada con mimo en talleres nacionales de Km 0, con esta filosofía nace Ventolina. Un proyecto que emana cuidado y mimo desde todos sus frentes, como demuestra la donación que han acordado realizar del 2% de los beneficios de sus productos textiles y el 8% de sus láminas, al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, para la investigación de enfermedades infantiles graves.
Unas láminas que son su otra joya de la corona: el resultado de un abecedario personalizado, inspirado en ese fondo marino que es la esencia de esta nueva firma llegada a la moda infantil, con una esencia muy especial.