Hablar de Numabela siempre es hablar de la gran apuesta, de una oferta amplia y variada en la que es difícil que todos los gustos no tengan cabida. En esta temporada, además, deja de lado las colaboraciones para apostar por la elaboración propia tanto en ropa como en calzado y complementos.
Numabela vuelve con muchos patrones nuevos, entre los que destacan sus pichis, pero también con algunos viejos éxitos, como su mono vichy, en el que la firma de moda infantil arriesga con un colorido nada convencional. También sus complementos cambian, desde los lazos hasta las diademas, con un formato novedoso, al que se suman las pincitas, que llegan dispuestas a hacerse un hueco en la cabecita de las más pequeñas.
La marca sevillana tampoco descuida una de sus máximas, la de vestir hermanos coordinados, desde los más pequeños hasta los mayores de la casa. De nuevo, unas colecciones pensadas para encajar entre sí, sin renunciar a las prendas pensadas para que las mamás también puedan vestir a juego con sus hijos, que también marcan la estela dibujada en un año por Numabela.
