Una lluvia de colores, entre pasteles y vivos, que nadan en un mar de algodón orgánico con nombre propio, el algodón Pima: el mejor algodón orgánico del mundo. Talleres artesanales de Perú, en los que se cose a mano cada peluche, con una producción ética y sostenible que los convierte en piezas únicas. Y un buen gusto innegable, el de Núria, que hace que cada juguete pensado y diseñado por ella tenga un alma especial, esa que identifica y distingue a Knit a Buddy.
Un estilo propio que hace que Knit a Buddy no tenga dos colecciones iguales, como no lo son sus productos, tan únicos, tan especiales. Unos peluches que se han vuelto a reinventar en esta colección de primavera/verano, en la que las vacaciones están más presenten que nunca, con el tema marino como referencia:
- Minty, el caballito de mar. «Un pez un poco raro», que lleva en su piel el color de moda, sin escamas, pero con detalles enternecedores en un mostaza exquisito.
- Arlo, el pulpo que se ha convertido en imprescindible en la canastilla de los recién nacidos, siendo uno de los juguetes favoritos de estos.
- Peach, la estrella de mar en color melocotón, dulce y encantadora, perfecta para los bebés que comienzan a descubrir el mundo.
Ellos son las tres incorporaciones de esta temporada al universo Knit a Buddy, en el que cada peluche pasa de generación en generación, gracias a la calidad de los materiales, el cuidado del proceso en busca de lo sostenible y el objetivo de «jugar sin roles«, liberando la imaginación, dando forma a un mundo en el que la creatividad y ellos son protagonistas.