La tradición, el amor por el arte en sus diferentes versiones y el talento que pasa de generación en generación son las bases con las que nace Mandarina Gris, la unión de una madre y una hija que se han adentrado en el mundo de la ropa infantil hecha a mano con un gusto exquisito, un estilo propio y unos diseños inconfundibles. De la unión del punto más delicado y unas telas preciosas, dedicándose a los bebés en cuerpo y alma, con una paleta de colores que escribe historias, este proyecto llega a la moda infantil pisando fuerte.
Un trabajo artesanal que es la piedra angular de Mandarina Gris, y que a base de esmero, mimo y dulzura ha ido tomando forma hasta que ha lanzado su primera colección cápsula, ‘Sol’, a la que han seguido varios diseños más, creciendo así como marca. Una identidad propia que cobra aún más sentido gracias al trabajo compartido entre una madre y su hija, herederas de la pasión por la costura de su propia madre y abuela, respectivamente, y cuyo amor por el arte ha sido decisivo a la hora de embarcarse en este proyecto.
Artesanía, acuarelas, creatividad, en definitiva, que hace posible el nacimiento de unos diseños que llenan de estilo a los más pequeños, nadando entre lo clásico y las últimas tendencias, apostando por tonos neutros, sin renunciar a los colores más vivos, con cortes especiales, auténticas piezas de colección y una exclusividad en los diseños que hace que sus prendas tengan ese no sé qué que llama la atención desde el primer momento. Y así llega Mandarina Gris al mundo de la moda infantil artesanal, como un verdadero regalo hecho a mano.
